jueves, 18 de noviembre de 2010

La esfera azul.


Este título lo tomé de aquel programa infantil donde nos hablaban de nuestro planeta y como cuidarlo.


He visto esta foto hoy en las noticias. Es una foto tomada desde la Estación Espacial Internacional cuando estaba a 354 kilométros de la superficie de la Tierra, la escena fue captada desde la Cúpula, un módulo de observación que se instaló en la Estación Espacial y que además se ha convertido en una especie de lugar de descaso y relajación para los astronautas por las hermosas vistas de la Tierra que se observan desde ahí. Me imagino la emoción que sentirán los cosmonautas cuando observan nuestro planeta desde tan lejos, cuantos sentimientos y recuerdos pasarán por sus mentes y corazones.


También pienso en Yuri Gagarin, cuando contempló por primera vez la Tierra desde el espacio, esa esfera azul, inmensa en su esplendor y otros tantos después de él.


Es la misma imagen de nuestro planeta, con algunos cambios por supuesto, un poco más de luces por aquí, menos verde por allá, pero igual de querida. La misma que muchos se empeñan en destruir.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El cochero azul


Después de mucho buscar en librerías y libreros que venden libros de uso, encontré el maravilloso libro de Dora Alonso, "El cochero azul". Y digo después de mucho buscar porque yo no quería una edición cualquiera, yo quería aquella de los años 70 y pico, grande, de portada amarilla con la cara del cochero en azul, y que tiene unas ilustraciones preciosas llenas de colores porque además de satisfacer el deseo de reencontrarme con un libro que leí muchísimo en mi niñez, quiero que Amelia, mi pequeña, lo tenga y lo disfute tanto como yo lo hice. Es un libro que regalé, como otros tantos, a primitos y amiguitos cuando fui creciendo y que ahora estoy tratando de recuperar poco a poco.



No puedo negar que me emocioné cuando el vendedor, al que le pregunté por no perder la costumbre ya que estaba casi segura que la respuesta sería negativa, me dijo que lo tenía y me ví, sentadita en mi taburetico (el mismo que Amelia está usando ahora) con ese libro grandote ajena a los juegos y corretajes de mis primas. Estoy seguro que el librero se quedó un poco extrañado al ver mi emoción por lo que quizás el considera un libro más para vender. Lo volví a leer y el cuento que en aquel momento me parecía tan largo se me hizo corto, pero no por eso menos hermoso.
Es una historia llena de fantasía y de amor por el lugar donde uno nace y crece. Llena de colores, caramelos, bromas, animales y sueños infantiles, que habla de la amistad. Es precisamente lo que quiero que sea la infancia de mi hija, para que la recuerde con el mismo cariño con que yo lo hago.





miércoles, 3 de noviembre de 2010

Una mujer sentada en un esquina con su hijito de un año y pico, el niño solo tiene puesto un calzoncillito y zapaticos, ella, de repente se levanta, le sale al encuentro a un grupo de turistas y empieza a pedirle cosas para el niño. Ella se mueve de uno a otro y puede que alguno le de algo, un caramelo, alguna cosita del hotel o incluso monedas.

Ya no me cuestiono si está bien o mal, si lo necesita o pudiera estar haciendo algo mejor. Pero yo pienso en esa personita que ella carga. A esta hora, ese niño debería estar durmiendo su siesta, en el círculo infantil o jugando en un ambiente tranquilo en su casa, sin tener que soportar el calor, el ruido del ambiente, el polvo durante el tiempo que su "madre"considere. Cómo se criará ese niño? Será saludable? Por qué lo arrastran a ese desandar todo el día? Lo mandarán a la escuela cuando le llegue la edad?

Son muchas preguntas que se quedarán sin respuesta, preocupándome más yo que la madre, pero sé que tendré esa imagen en mi cabeza un buen rato.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Noviembre


Y para empezar con buen pie este mes, pues no dejo pasar por alto su primer día. Es noviembre, penúltimo mes del año.