martes, 12 de octubre de 2010
Mamá osa
Soy mamá osa, con mi osezna a cuestas. Solas, en ese blanco interminable: ella y yo, unidas por algo tan sencillo como las palabras madre/hija. Con la complicidad ancestral y el amor único e irrepetible. Ese que duele por cada lágrima que derrama, que te hace levantarte y mirarla dormir, escuchar su respiración, dibujar su boquita, apretarla tan fuerte que duele, mirar con mala cara a cualquiera que no diga que es bella y rumiar su perdición, gozar como nadie con su risa. Ya lo sé, qué puedo hacer?
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Leerte "Chocolate", para que veas como no estás sola.
ResponderEliminarJejeje, ya lo leí. Así somos todas, no?
ResponderEliminarMuy bonito Nuri....En cuanto a la pregunta, la respuesta es que no puedes hacer nada. El amor entre una madre y un hijo no se puede explicar, simplemente existe.
ResponderEliminarAsí mismo, Ofe, es algo que está más allá de toda explicación y comprensión.
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