viernes, 22 de octubre de 2010

Un Nobel con cuatro millones

Este año el Premio Nobel de Medicina y Fisiología le fue entregado al profesor Robert Edwards "por su contribución a la Medicina y la revolución en el tratamiento de la fertilidad humana". Un premio que quizás llega un poco tarde pero que es el reconocimiento a un logro que ha hecho felices a millones de personas en el mundo, a pesar de todas las críticas, cacerías de brujas y posturas cavernícolas.

Después de muchas investigaciones y trabajos, el doctor Edwards y su colega el doctor Steptoe lograron en 1978, el nacimiento de una niña, Louise Brown, mediante el procedimiento de fertilización in vitro. Yo recuerdo siendo una niña, haber leído la noticia en el periódico Juventud Rebelde y la foto de la bebé. En ese momento, no entendía mucho que era aquello y mucho menos hubiera podido imaginar que yo, muchos años después, estaría apostando por ese mismo método para poder tener un hijo, y que por un "chiripazo" como decimos los cubanos , no tuve que llegar a él. Logramos tener nuestra hija Amelia por vía natural cuando nuestra única y última esperanza estaba en la fertilización in vitro.

Es por eso que me siento muy feliz e identificada con este premio, y admiro la valentía de estos dos doctores y la de los padres de Louise que se sometieron a esta prueba por la máxima aspiración de tener un hijo. Incluso llamé a mi doctora Rosita y la felicité, este premio es de ella también, se lo merece por amar tanto lo que hace, por su dulzura y comprensión con las parejas desesperadas y por la alegría que le llena los ojos cuando me cuenta "que los embriones que se están desarrollando están de lo más bonito.

Por supuesto, el Vaticano no podía dejar me meter la cuchareta, no les gustó el premio y así lo dijeron. Es antinatura eso de la invitro, dicen. Qué le vamos a hacer? Tanto desarrollo para unas cosas y tanto atraso para otras.

Por suerte, son millones de personas las que acuden a este y otros métodos y muchas lo logran, incluso católicos, haciendo oídos sordos a tanta palabrería rídicula porque y cito algo que leí: "Los problemas que pudiera traer la fertilización in vitro no vienen de la técnica en sí, sino del uso que de ella se haga: exactamente igual que en las otras parcelas del conocimiento humano."

Celebremos, entonces, queridos amigos, un premio de 4 millones! 4 millones de nacimientos!

3 comentarios:

  1. Apostarle a lo tus creencias es mapear el trillo de lo que despues suele ser Autopista del Conocimiento...

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  2. Así mismo, mi caminito del Guaimaral! Abajo los solapines!!!! jajajaja Frase antológica de una obra de teatro que ví estando en la universidad!

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